lunes, 9 de marzo de 2009

Este modelo piloto se propone para aplicar en España, como referente para su futura adaptación a los países desarrollados de la Unión Europea .....

Al tratar en tres blogs anteriores los retos de esta crisis a escala mundial, europea y española, quise mostrar el histórico que nos ha llevado al borde de este nuevo precipicio económico. La extensión de la exposición ha sido necesaria, precisamente porque el autor se percata cada día del gran desconocimiento de la mayoría sobre los hechos que han llevado al mundo civilizado del Siglo XXI a esta situación sin precedentes.

Al proponer las soluciones, he pensado dividir mis propuestas en tres grandes áreas y además entrar en detalle en sub-grupos estratégicos de cada una de las mismas. El tratamiento será más breve y por partes. Seguidamente indico áreas y sus respectivos sub-grupos :-
1. Administraciones Públicas
a. Gobierno del Estado
b. Gobiernos autonómicos
c. Gobiernos locales
2. Sector Empresarial & Agentes Sociales
a. Grandes empresas
b. PYMES
c. Autónomos & microempresas
d. Sindicatos & asociaciones empresariales
3. Ciudadanía
a. Funcionarios
b. Empleados fijos
c. Empleados temporales
d. Desempleados
e. Inmigración
f. Cantera del Talento & Conocimiento


Al tratar área por área con sus respectivos sub-grupos, pretendo ir resaltando la sinergia de cada parcela con otras parcelas en otras áreas, precisamente para respaldar mi tesis que no se es capaz de salir de esta crisis sin el apoyo de todos los implicados. Y hoy por hoy, no se libra de implicación ni el inocente bebé que acaba de nacer mientras el lector le echa una ojeada a lo que escribo.

Mi propuesta se basa en un principio sencillo y practicable – Cada unidad de actividad es un cúmulo de activo humano, recursos económicos, medios y herramientas, así como de tiempo disponible que debe encaminarse hacia logros óptimos en los plazos estipulados.

No distingo entre lo público y lo privado, porque el rendimiento es exigible en ambas esferas de actuación profesional, según funciones atribuidas a cambio de una remuneración. Sin embargo, hago propuestas para cada sector de manera independiente.

Además, si hoy se defiende el modelo del libre mercado, como creo que lo hacen hasta los más reacios aún vinculados a otros sistemas menos flexibles de corte social-comunista, no veo motivo por el cual una administración pública a cualquier nivel se niegue a ejercer su mandato mediante una estrategia de unidades de costes y resultados/beneficios. La única diferencia que debe guardar con una empresa del sector privado es que los beneficios deseados sean para el bien común de la ciudadanía sometida al régimen público en cuestión, ya sea estatal, autonómico o local en vez de para lucro de los políticos en ejercicio.

Bajo esta presunción que promulgo como la única válida en cualquier entorno que desea alcanzar objetivos, asevero que para encaminarse hacia soluciones adecuadas, primero habrá que saber con el activo con cual se cuenta para afrontar el reto. Y aquí la primera acción reformadora, y diría innovadora, que todo estamento de la sociedad española debe emprender, la revaloración de su activo – humano, económico, medios & equipos, tiempo. Hago propuestas coyunturales a corto plazo y otras estructurales que mantengan resultados favorables a medio-largo plazo. De no hacerlo así, cualquier propuesta es puramente táctica y carente de toda estrategia.

Insisto que los logros son de todo un colectivo, en este caso el de los ciudadanos y residentes en territorio español, irrespectivo de si residen en una comunidad u otra, son funcionarios, empleados por cuenta ajena o autónomos, con nacionalidad española o inmigrantes residentes en España. Todos en conjunto viven la crisis y deben contribuir al esfuerzo común hacia su resolución.


Competitividad a Través del Talento Innovador – España en la Encrucijada

España en 2009 es menos competitiva. Lo dicen muchos pero nadie parece importarle el efecto de la competitividad en el resultado de las actuaciones españolas en este mundo cada vez más globalizado, no sólo en lo económico sino también en lo político y social.

Se van acabando “las islas humanas” de estados autocráticos o totalitarios para dar paso a agrupaciones democráticas promulgadoras del desarrollo sostenible. Ello no deja de crear posturas enfrentadas en cuanto a las maneras de cómo poner en práctica este nuevo orden mundial del desarrollo con cierta calidad de vida generalizada.

Sigue habiendo reacciones proteccionistas como medida para salvaguardar falsamente la competitividad o imposiciones de los poderes dominantes para implantar normativa netamente parcial y favorable a sus propios intereses. Es precisamente ese tipo de actuaciones en décadas pasadas las que nos han llevado hasta esta crisis del Nuevo Milenio.




Si cada uno se preguntara individualmente hasta que punto aplicaría tácticas proteccionistas para proteger su parcela laboral o empresarial, creo que no me equivocaría diciendo que por lo menos 8 de cada 10 abogaríamos por emplear medidas proteccionistas siempre que nos beneficiaran. Precisamente esa actitud es la que corresponde a aquellas personas que no se sienten seguras ante la competencia que otros pudieran plantearles, al estar mejor preparados o al ofrecer mejores prestaciones y/o habilidades en el entorno competitivo que sea. También habrá personas que vean sus puestos de trabajo en peligro y no quieran arriesgarse.
El primer paso hacia la búsqueda de soluciones en las distintas áreas que he enumerado anteriormente pasa por tener una visión creativa de la realidad. Para ello es imprescindible valorar no sólo el conocimiento reglado de cada sujeto activo sino el talento que éste posee, innato y adquirido, para conocer el potencial ofrecido por los componentes de cualquier grupo activo.
Hoy por hoy, en España no se evalúa el valor del talento de su activo humano, la verdadera clave de tu potencial competitivo. Ni se hace en el sector empresarial privado ni en las respectivas administraciones públicas ni siquiera en las organizaciones de los agentes sociales más próximos a los trabajadores medios y de base. Tampoco se ha sabido apoyar a los emprendedores en la justa medida para permitirles estabilizar sus proyectos y nuevas ideas.
Son las ideas del pensamiento lateral, que rompen moldes de las trayectorias lineales estancas, las que sacan a flote a cualquiera de una situación crítica a tiempo. Y es el talento individual aportado al colectivo esforzado el que resuelve cualquier dilema.
En la encrucijada que España se encuentra hoy, no es la solución de la crisis financiera de entidades que han dilapidado sus años de bonanza la que vaya a resolver una crisis de mucha mayor envergadura al salpicar a toda la ciudadanía, española y foránea residente. Ello es consuelo hoy para mayor crisis dentro de unos años. El camino adecuado pasa por el aprovechamiento del talento acumulado, para un rendimiento colectivo más efectivo en el menor tiempo posible.
Cada individuo tiene su talento para aportar, algunos el talento para dirigir, otros para gestionar y aún otros meramente para seguir un plan hábilmente trazado hacia el logro de hitos en un duro camino del objetivo común – resolver la crisis en España.
Para tal resolución, es imprescindible dejar de considerar la crisis como meramente económica y cíclica; lograr admitir que España tiene ante sí el reto de reconvertir su actual modelo integral de convivencia, innovando hacia la realidad social de 46 M de ciudadanos en 2009.




El Modelo Estratégico Político-Económico-Social de un Estado Europeo en el Siglo XXI
El reto, aunque es para todos, primero ataña a los que ejercen el máximo poder del Estado Español, como cargos democráticamente elegidos. Son nuestros gobernantes, diputados y senadores los que encabezan al colectivo en esa búsqueda de las soluciones coyunturales y los que deben plasmar los medios estructurales para desterrar las crisis lo más lejos posible del territorio español y europeo.

Y bajo su dirección están los altos cargos nombrados en sus distintos menesteres en los numerosos estamentos u organismos que constituyen la maquinaria democrática de gobierno en sus tres poderes – ejecutivo, legislativo y judicial.
La crisis ha puesto en evidencia que el sistema capitalista que ha regido los designios del mundo civilizado desde el fin de la II Guerra Mundial ha perdido su validez para las sociedades democráticas del Nuevo Milenio. Es evidente que el modelo basado mayoritariamente en lo económico no sirve en una sociedad que inició hace ya unas décadas atrás una búsqueda de la calidad de vida más allá de lo estrictamente material o económico.
Nadie negará que estas seis décadas hayan servido para mejorar sustancialmente el nivel económico de aquellos países que lograran su desarrollo industrial según los patrones del capitalismo de corte anglosajón, aunque ello no condujera a un reparto más justo de la riqueza entre los habitantes del planeta. La aparente victoria capitalista sobre el modelo comunista no ha servido para erradicar con la democracia tales desigualdades en los países convertidos al modelo occidental sino en muchos casos ha contribuido a agravarlos con la globalización de los mercados.
Los estados más civilizados parecen denotar un perfil ciudadano socialmente satisfecho con las oportunidades profesionales respaldadas por unas prestaciones sociales óptimas. Así que en Europa, hemos mirado siempre con cierta envidia sana los sistemas sanitarios y educativos de los países nórdicos, igual que los norteamericanos ven en los modelos europeos lo que ellos aún no disfrutan en la sanidad pública estadounidense. Ello es clara señal que hay ventajas que no siempre se disfrutan en consonancia con el poderío económico per se.
Centrándome en España, y ante las medidas que el Gobierno del Estado en sus casi centenar de medidas económicas supuestamente para palear los efectos de la crisis y el paro generado, debo discrepar con las prioridades establecidas en unas actuaciones bastante descoordinadas entre los estamentos gubernamentales que deben estar implicados. Aún cuándo las medidas que se han completado esta pasada semana con la aprobación de las medidas laborales recogidas en un documento titulado – Medidas para el Mantenimiento, la Generación de Empleo y la Protección de las Personas Desempleadas – se hagan con las mejores intenciones, insisto que toda implementación de cualquier tipo requiere tres componentes – estrategia global, recursos & medios, plazos de ejecución pre-establecidos.
El Gobierno de España ha propuesto unas ochenta medidas en el Plan E y ahora sacará las antes mencionadas media docena adicionales sobre el empleo. Sin embargo, los plazos que arrancan con el retraso provocado por la burocracia así como por cierta descoordinación, podría restar eficacia a muchas de tales medidas. Además, esta descoordinación se hace más acuda cuando descendemos al escalón autonómico, donde los evidentes intereses partidistas han provocado hasta llamadas a la “desobediencia civil” para incumplir la legislación aprobada por las Cortes Españolas. No digamos si aún descendemos al último escalón, el municipal, dónde los reinos de taifas se multiplican por doquier. Basta con leer lo más objetivamente posible la prensa para captar entre las distintas versiones de reportajes de las incidencias el grado de deterior ético y profesional que hay entre la clase política de España.
A pesar de ello, España, que goza de cierta credibilidad en la UE y en el mundo como estado supervisor de su sistema financiero, puede y debe establecer un modelo de estado que sabe administrar una crisis. Del mismo modo que sentamos precedente con nuestro modelo de transición política desde una dictadura a una monarquía parlamentaria, estamos llamados a volver a dar la talla. Somos la población europea más creativa en la gran mayoría de campos, inigualables en la improvisación en retos para otros insuperables y ágiles como un bólido de F-1 cuando el contrarreloj lo requiere. Solamente debemos superar una barrera – nuestra tendencia individualista al afrontar los retos.
Y retomo la parcela de los gobernantes y políticos. ¿Ejercen bien sus funciones?
Con todos mis respetos, como ciudadano tendré que suspenderlos precisamente por un abuso de esa tendencia individualista tanto como líderes en solitario así como colectivos pertenecientes a los partidos políticos. Ni aprueban como negociadores individuales entre cabezas de partidos ni saben dialogar como partidos para alcanzar acuerdos que beneficien a la mayoría de la ciudadanía.
Por lo tanto, gran parte del éxito de las soluciones que propongo pasan por un mayor entendimiento entre distintos políticos y sus respectivos partidos, que deben tener visión de Estado por encima de la miopía de ideologías.
El Siglo XXI ya no puede cerrarse en banda al rabioso conservadurismo ni tampoco lanzarse a aventuras utópicas del socialismo purista. Sin embargo, tomando aquello deseado por nuestra ciudadanía de filosofía variada, los gobiernos de turno deben configurar medidas que no sólo satisfagan a sus votantes fieles sino también sean ejecutables en la solución de la problemática puntual de la sociedad española plural. Tanto si se gobierna o ejerce la oposición, se hace para el conjunto de ese colectivo que conforma la ciudadanía. Y el que no sepa estar a la altura de tal acometido, si tiene sentido de ética y responsabilidad debe ceder su puesto a otro mejor cualificado.
Hoy, el asunto acuciante es la crisis mundial que nos azota y ya es nuestra, hasta en mayor intensidad que en otras partes en cuanto al desempleo ataña. Y el Gobierno de España tiene la máxima responsabilidad de proponer y ejecutar las medidas. Sin embargo, no lo puede hacer en solitario, precisamente porque tenemos un régimen de mayorías parlamentarias que dependen de la composición de las cámaras democráticamente elegidas. Después de la última mayoría absoluta conservadora en la VII Legislatura (2000-2004), los votantes parecen haber aprendido la lección de no conceder un cheque en blanco a ningún otro gobernante a nivel estatal. Ello resalta la importancia de la habilidad de negociación magnánima de los dirigentes políticos que hoy ocupan los escaños de esta legislatura 2008-2012. ¿Saben estar a la altura de las exigencias del guión en el ejercicio de sus funciones orgánicas y responsabilidades como cargos públicos?

A corto plazo y ahondando en las medidas ya promulgadas o a punto de darse a conocerse, insisto que el Presidente de Gobierno y su equipo de ministros, si es que actúan como tal, deben asumir el reto de decidir hasta medidas aparentemente impopulares hoy, si con las mismas se encauzaría la situación hacia resultados favorables a corto, medio y largo plazo.
No pueden cerrarse en banda a visualizar la crisis únicamente desde la perspectiva de la situación financiera y los efectos nocivos de esa sobre la economía en toda su extensión. La solución no pasa únicamente por activar el consumo y salvar la eclosión de las diversas burbujas sobre-infladas por un sistema económico liberal con sus prolongados excesos. Diría más bien que debe ser todo lo contrario. Habría que aprovechar la crisis para modificar esos abusos y excesos de décadas pasadas para equilibrar las patas que sujeten la economía española a partir de ya.
Me refiero a que los hábitos de consumismo en España, después de esta crisis, no pueden volver a su desenfreno de antaño ni la construcción indiscriminada ser la otra fuente principal de la actividad económica. España tiene talento que al no emplearse, menos contabilizarse como activo, se ha ido diseminando y hasta perdiendo. Esa tercera pata es la que ha sido y es imprescindible para cualquier estado moderno competitivo.




Cuando se constituyó la segunda legislatura, el Presidente de Gobierno reestructuró los ministerios con la aparición de algunos de nuevo corte y con mezcla de funciones. Las que me interesan sobremanera a corto plazo son tres, el Ministerio de Ciencia e Innovación, el Ministerio de Educación, Política Social y Deporte y el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural & Marino, como rezan sus nuevos rótulos. No he elegido dichos ministerios al azar sino porque de su buena marcha dependen los aciertos que deben lograr otros ministerios cuyas funciones es gobernar la economía y Hacienda Pública, fomentar la creación de empleo y velar por la salud de los ciudadanos en todo el territorio, irrespectivo del color político de sus gobiernos autonómicos y locales.






El Gobierno de España necesita gran valor y firmeza en sus decisiones para poder implantar innovación y cosechar competitividad a corto-medio plazo. Y dichos ministerios, como pretendo demostrar, son la base de todo lo que significa productividad competitiva desde hoy hasta el 2020. Y aquí debo recordar que este gobierno necesita de las otras fuerzas políticas para aprobar las leyes propuestas, porque así lo hemos decidido la mayoría de los españoles según nuestro derecho de voto en este sistema parlamentario vigente. Por lo tanto, cuando hablo de lo que el gobierno debe implantar, también implico a que la leal oposición debe considerar su obligación ética de respaldar todo aquello que contribuya a resolver coyunturalmente esta situación de crisis.
Y ahora, entro en materia sobre mis propuestas a corto plazo. Primero, analizaré el organigrama ministerial vigente de los citados ministerios.
La aparición de la innovación en un rótulo ministerial despertó mi interés, por considerar imprescindible la misma para lograr una mejor valoración y aprovechamiento del conocimiento y talento de los españoles en edades de actividad productiva. Además, al unirse a universidades, dicho ministerio cobraba aún más relieve al tener la aplicación del Plan Bolonia en puertas. Hasta allí, todo parecía indicar una línea de reformas adecuadas hacia la competitividad en cuanto a este ministerio se refería.
El otro ministerio que agrupa educación, política social y sorprendentemente, deporte, parece tener una misión educativa y formativa, además de la implementación de políticas sociales. No hay que olvidar que el mayor logro de la anterior legislatura es sin lugar a dudas la Ley de la Dependencia, que no parece habérsele dado su justa difusión menos su implantación en algunas comunidades autónomas por causas más de partido que de rechazo social.
El tercero parece haber sido el producto de la fusión de los antiguos ministerios de Agricultura y de Medio Ambiente. Con toda la aparente bondad de tal unión, es más que probable que surja conflicto de intereses de los sectores agrícola y de la pesca con normativa medioambiental de un estado como el español, sometido a la regulación de la Unión Europea en estas distintas materias – agricultura, pesca & medio ambiente.
A pesar de la posible improvisación en la reorganización del organigrama ministerial actual en cual no voy a entrar en este momento pero que trataré en el blog sobre actuaciones a medio-largo plazo, he elegido estos tres ministerios por la relevancia de sus respectivas competencias en lo que nos ataña – la competitividad española que permita crear empleo y la recuperación de los niveles económico-sociales más boyantes y consolidados.
Como ya dije antes, dichos ministerios deben ser el eje de optimización que permitan a los otros ministerios gestionar mejor los recursos globales españoles y optimizar los resultados obtenidos a corto-medio plazo (2009-2012), si es que se desea aplicar soluciones duraderas a los efectos negativos de la crisis actual.
Hablemos de la Administración Pública en términos generales, aunque haré más hincapié en el Estado por ser el que debe dar ejemplo para soluciones coyunturales.
¿Sabemos los españoles exactamente cómo se ha distribuido el gasto público en los Presupuestos Generales del Estado? Diría que la gran mayoría desconocemos su contenido, salvo aquellos detalles sacados a relucir en los medios de comunicación por críticas interesadas de los partidos de la oposición, casi todos más de carácter autonómico que de partidas relevantes para el conjunto estatal. Aquí debo hacer una seria reflexión. Gran parte del caos organizacional se debe a los intereses de poder de las principales autonomías del Estado Español, asunto que hoy por hoy no tiene fácil solución salvo que se pactara una seria reforma de ese apartado en la propia Constitución Española. Y en ese berenjenal no pienso meterme por el momento. Todo el que lo haga debe tener la grandeza de miras para pensar en por lo menos las próximas dos o tres generaciones.
Me voy a ceñir al ejemplo que propongo dé el Estado Español como actor imprescindible en iniciar los movimientos hacia la innovación competitiva. Por lo tanto, los cambios orgánicos con esos nuevos ministerios deben producir efectos inmediatos hacía una innovación de la propia situación coyuntural de la Administración Pública del Estado que sirva de modelo para las respectivas administraciones autonómicas y locales.



En primer lugar, el Estado tiene que aprender a comunicar mejor. De lo contrario, la ciudadanía no comprenderá el porqué de las cosas que hace. Ha hecho muchas cosas que no se han comunicado ni han sabido rebatir puntos en ese sentido. También han actuado mal cuando han intentando generalizar aquello que debería analizarse en detalle. Y sobre todo, no ha informado lo suficiente para explicar el funcionamiento de los ministerios que he elegido como prioritarios para la resolución de la crisis española.

Seguidamente a esa incapacidad comunicativa, ha habido una falta de fuerza en los mensajes apaciguadores a medida que se han ido agregando medidas supuestamente intencionadas a devolver la confianza en el terreno económico de la ciudadanía de a pie.
Y finalmente, no se han tomado medidas contundentes para convencer a la población bastante acostumbrada a promesas sin cumplir por parte de los políticos, lo que evidentemente ha contribuido a esa incredulidad en el español medio de hoy.
En actuaciones coyunturales, porque el Plan E y el paquete aprobado el pasado día 6 de marzo en Consejo de Ministros no dejan de ser medidas temporales de choque, recomiendo que el Gobierno del Estado Español dé ejemplo en ese plan de austeridad que ha propuesto a los sectores privados y a la ciudadanía. ¿Cómo debe llevarlo a cabo?
Voy a indicar varias áreas de operativa de la Administración Pública estatal donde debe y puede implementarse notables mejoras en el aprovechamiento de recursos – humanos y económicos – así como de optimización en los tiempos de ejecución :-
Ejecutivo:

Cada uno de los ministerios debe tener establecido unos objetivos para la actual legislatura 2008-2012. Y caso de no tener redactado a lo largo de este primer año del nombramiento de los respectivos ministros que se cumplirá en abril, se debería empezar redactando ese plan de objetivos.
En cuanto a la importancia de los tres ministerios que he elegido, el de Ciencia e Innovación, dicha cartera es la más implicada en el llamado Plan Nacional de Reformas de 2005 para la inversión en I+D+i del Gobierno dentro del programa de la UE – Ingenio 2010. A fecha de hoy, se están incumpliendo las previsiones de los objetivos planteados en la anterior legislatura para 2010, año que España presidirá el la UE durante el primer semestre. Al ritmo de las inversiones privadas y públicas en este capítulo, no se alcanzará duplicar la misma para esas fechas. Un cuidadoso análisis demuestra que el sector privado ha superado ya su compromiso aunque también es cierto que gran parte de la misma corresponde a un número reducido de grandes empresas. El sector público parece haber ralentizado su puesta a punto en I+D+i, por el motivo que sea, en mi opinión condicionado en gran medida por la propia burocracia y también por cierta descoordinación entre los demás ministerios y el ministerio titular de innovación. ¿Qué fuerza moral tendrá la Ministra de Ciencia e Innovación a exigir a los demás estamentos sociales que avancen en la vía de la innovación hacia la competitividad?

El Ejecutivo, con el Presidente de Gobierno al frente y con todo su gabinete implicado, tiene que apostar por el cumplimiento de dicho plan, si desea tener credibilidad en su turno de presidencia de la Unión dentro de 9 meses. Además, tengo el pleno convencimiento que dicho plan es un potencial para la creación de empleos de nuevas funciones innovadoras tanto en empresas como en las administraciones públicas. Es un importante eslabón hacia los cambios imprescindibles para la mayor competitividad española.

Ante la evidente descoordinación interministerial y cierta carencia de calidad en la ejecución, si el Sr. Presidente desea hacer creíble su voluntad de resolución de la crisis, dando ejemplo como les es exigible por la ciudadanía, debe establecer una unidad independiente para la evaluación de la calidad en la ejecución de los planes y programas que tan desordenadamente están proponiendo y poniendo en marcha los distintos ministerios y sus respectivas Direcciones Generales. Es totalmente inadmisible que existan pugnas para copar actuaciones con competencias ya definidas, caso que se dio entre el Ministerio de Industria y el de Ciencia e innovación en el asunto de la delegación española a la conferencia del CERN. Cito un ejemplo aunque podría hacer una larga lista documentada de otras situaciones de evidente descoordinación y hasta intrusismo de competencias en estos escasos once meses desde que el Sr. Rodríguez Zapatero ganara su segundo mandato.
Además, la innovación estará siempre vinculada a temas medioambientales, por lo que otra cartera del Ejecutivo debe rendir cuentas en todas las decisiones que impliquen el fiel cumplimiento de la normativa de la UE en este apartado. ¿Cómo piensa tener credibilidad la Ministra de Medio Ambiente, Medio Rural & Marino, si sigilosamente ha atenuado la Ley de Costas para ahora permitir que los ocupantes de edificaciones declaradas ilegales en la Ley 22/88 del 28 de julio de 1988 hasta puedan venderlas?
Y finalmente, el ministerio cuyas competencias ahora reúnen tanto la educación de las futuras generaciones con los asuntos sociales de toda la población no ha sido capaz de hacer despegar la Ley de Dependencia, sin lugar a dudas el mayor logro de los gobiernos bajo el mandado del Sr. Rodríguez Zapatero. Sé que la Ministra argumenta que es competencia de las autonomías, sin embargo, allí es donde la habilidad creativa de los miembros del Ejecutivo parece brillar por su ausencia. ¿Qué propone la Sra. Ministra para superar el actual impase? Le recuerdo a la Sra. Cabrera y a sus altos cargos que debido al no cumplimiento de la citada ley, hay numerosas personas que no pueden aportar a la mayor productividad de la población activa, optando algunos a solicitar el paro (cuando les corresponde tal prestación) mientras atienden a sus familiares incapacitados no atendidos por los dirigentes autonómicos en permanente guerra con la Administración General del Estado. ¿O lo que achaco a la Sra. Cabrera lo lleva la Ministra de la Igualdad? En realidad, nadie me ha sabido responder donde están los lindes de sus respectivas competencias en temas sociales.
¿Es meramente descoordinación de un Ejecutivo que no logra trabajar como un único equipo o es temor a que las decisiones firmes impopulares puedan tener un coste electoral en las elecciones que han tenido lugar y aún está por celebrarse?

Y aquí debo dar un suspenso al Presidente del Gobierno por haber permitido un incremento del número de altos cargos a casi 550, un incremento de casi 50 altos cargos más desde que comenzó a vislumbrarse la crisis al otro lado del Atlántico. El Sr. Rodríguez Zapatero debe creer en la llamada Teoría de Wagner (Siglo XIX) que dice que el tamaño de un gobierno es mayor cuando más prosperidad goza el estado gobernado, fundamento del Socialismo de Estado que hoy no es aplicable en su integridad. ¿Piensa el Sr. Presidente gastar del erario público para demostrar que somos un estado próspero o piensa hacerlo estratégicamente para activar la economía de las familias perjudicadas por la crisis global?
Legislativo:

En esta área tengo que ser muy duro en mi exigencia de ejemplaridad. Doy un rotundo muy deficiente a nuestros políticos electos tanto por su desfachatez en el ejercicio de sus funciones legislatura tras legislatura así como a su uso de una debilidad tan española como es la picaresca.
Hay dos cambios coyunturales que requerirán el consenso de los grupos parlamentarios, y creo que a partir de ahora Sus Señorías deben saber que haré todo lo posible para poner en evidencia sus abusos y malos hábitos, para que los que me lean se sensibilicen sobre la responsabilidad exigible a nuestros legisladores para que den ejemplo en las medidas contra la crisis.
En primer lugar, están los abusos por falta de control externo tanto de la presencia física como para cumplir con sus funciones, así merecerse sus emolumentos (entre 4.500 & 6.500 Euros mensuales). El que mayor faltas tiene acumuladas es el diputado por Alicante y ex-Ministro de Justica, José Mª Michavila, que no ha participado en los trabajos parlamentarios desde noviembre, 2008. Está seguido por el diputado vasco del PSOE, Chiqui Benegas, otro veterano que apenas se le ve por el hemiciclo salvo en votaciones relevantes. Me he preguntado, dónde estarían estos diputados si en lugar de ser cargos electos hubiesen sido mandos intermedios en una empresa. ¿Se les ha descontado la parte proporcional de sus emolumentos por todas las ausencias, en su mayoría difíciles de justificar, como se les hubiese hecho si trabajaran en una empresa? ¿Se les ha amonestado por no justificar dichas ausencias, como se hace a cualquier otro trabajador? ¿Por qué toleran los grupos parlamentarios tales desmanes?
Y en segundo lugar, los sendos incumplimientos a la picaresca de la Ley Electoral, hacen que únicamente unos 40 diputados de los 350 cumplan con la dedicación completa que obliga dicha ley a todos los legisladores. Sin embargo, el 90 % de los diputados ha presentado petición para ejercer otras “actividades privadas”, con evidentes conflictos de intereses con sus cargos electos. Volvemos a tener al diputado Michavila en el centro del huracán aunque no es el único. Al ser reincidente, empleo su caso como ejemplo de lo que son capaces de incumplir nuestros legisladores. Dicho diputado reside más tiempo en Londres que en Madrid (probable causa de su descarada ausencia del hemiciclo y en otras sesiones), atiende a un bufete de abogados que tiene contratos con el Estado y demás administraciones públicas (prohibidos por Ley), es representante de famosos artistas (Shakira), gestiona una fundación internacional de artistas (A. Sanz, Shakira, Juanes) y encima gestiona una sociedad de inversión. ¿Qué tiempo le queda para dedicarse a su escaño y merecerse los 5.000 Euros mensuales que supongo que cobrará? ¿Por qué no le ha llamado la atención su grupo parlamentario o lo ha sustituido por el siguiente en la lista cerrada de su partido en Alicante?
Judicatura:
Si penosa es la permisividad en las anteriores áreas del poder, lamentable es el estado de asuntos en lo judicial. Después del bloqueo por parte de la oposición de las renovaciones de los órganos de este tercer poder, una vez alcanzado un entendimiento, volvieron a saltar chispas que han vuelto a dejar paralizada no sólo parte de dichas renovaciones sino también reformas que necesariamente deberían haberse iniciado ya en la anterior legislatura.
Aquí hay dos frentes abiertos que demuestran que los traspasos hechos a las autonomías, Justicia entre ellos, se hicieron sin considerar unas salvaguardas mínimas en manos del Estado Español, en su capacidad como garante del bien común de los ciudadanos españoles. El primer frente, aún en manos del Ministerio de Justicia ataña a los jueces y magistrados, asunto espinoso que no puede seguir siendo una “espada de Damocles” sobre nuestras cabezas. El otro es de incumbencia de los gobiernos autonómicos, afectando a los funcionarios de justicia adscritos ya a las distintas comunidades autónomas. Las condiciones de trabajo son pésimas y los medios deficientes. No sólo trabajan mal los funcionarios sino que sus errores ya sea por falta de medios o incompetencia vuelven a afectar al ciudadano.
Ha tenido que haber una situación de alarma social como ha sido el caso de “la niña Mariluz” para que saliera a la palestra las deficiencias de nuestro sistema judicial. A pesar de ello, el corporativismo tan acusado entre los miembros de la judicatura, acabó en una amonestación menor para el juez en cuestión y una sanción mucho más duro para la funcionaria de ejercía a su lado. Vuelvo a preguntarme si es que los magistrados, jueces, fiscales, secretarios judiciales y miembros del CGPJ se consideran intocables y con derecho a actuar a su libre albedrío.
No hay que olvidar que más importante que todo para sentirnos amparados en una democracia parlamentaria, es que un ciudadano cualquiera tenga plena confianza en su sistema de justicia. Es el único poder que nos hace verdaderamente iguales ante la ley a posibles abusos de los otros dos poderes. De no existir credibilidad en este estamento, difícilmente podremos alardear que en estas tres últimas décadas hemos consolidado nuestra democracia.
¿Están los amiguismos, intereses partidistas, enemistades personales o aspiraciones profesionales cegando a nuestros miembros de la judicatura hasta tal punto que incumplen en el fiel cumplimiento de sus respectivas funciones judiciales en los rangos y alcances que debieran ejercerlas?
¿Quién es el valedor de la población ante posibles abusos del poder en la judicatura? ¿ Deberían estar sometidos a ese control de calidad en la gestión independiente que he propuesto para los otros poderes?

Estado Global:
Hay unas claras evidencias de atolondramiento y probable mala gestión con excesiva improvisación, que se agravan aún más con la descoordinación inter-poder. Ello, sin lugar a dudas, está demorando la puesta en marcha de las medidas ya promovidas, pero insisto, que son insuficientes al encarar únicamente las necesidades financieras (que trataré por separado), sin dar ejemplo de medidas de austeridad en los propios estamentos del Estado Español, los gobiernos autonómicos y locales.

No podemos ignorar que el 50% del déficit público del Estado Español es imputable a los gobiernos autonómicos y locales. De aplicar normas bajo una supervisión similar a las que están sometidas las entidades financieras, el déficit español podría recortarse como mínimo en un 20% y óptimamente hasta un 35%, incluso después de incrementar capítulos del presupuesto para promover la obra pública, la I+D+i y participaciones de capital riesgo público en proyectos innovadores emprendedores.

proseguirán las propuestas ....


Fernando Fuster-Fabra Fdz.
Consultor Estratégico